En uno de los rincones más escondidos del estado mexiquense, oculto por una verde alfombra de una hermosa cubierta vegetal, compuesta por un bello bosque mixto de robustos árboles de encinos, fresnos, álamos, madroños y ahuehuetes, bañados éstos casi de forma permanente por una fresca  brisa con apariencia  de blancas nubes que nacen de las cristalinas aguas que  se precipitan de un abrupto acantilado por un caudaloso río que desciende estrepitoso con estruendo, por verticales paredes de rocas volcánicas amarillentas, propias de la región en la confluencia de los estados de México y Michoacán.  La espectacular caída de agua, lleva por nombre “El Salto de Chihuahua”. Para poder llegar a este increíble paraje, es necesario caminar durante un rato por un bello sendero rodeado de milpas y pequeñas huertas frutales y, en medio de un cerrado valle en cuya orilla corre el río, en donde podemos escuchar el relajante fluir del remanso y el regocijante trinar de las aves que alegres vuelan entre frondosos árboles en un cálido ambiente subtropical mexiquense.

Acompáñanos a conocer, caminar y disfrutar de este increíble paraje y pasar un agradable rato fuera del bullicio de la compleja Ciudad.